Encuentro de Duelo XV Aniversario de Menudos Corazones
Si quieres ir rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado
Rodeados por la naturaleza de El Escorial (Madrid), varias familias de Menudos Corazones, que llevan años compartiendo como grupo de duelo, celebraron este encuentro especial el 2 y 3 de junio. Padres, madres y hermanos vivieron un fin de semana lleno de momentos “fusión”, donde se unieron la ayuda mutua y la cercanía de tanto tiempo avanzando de la mano.
Era una idea que venía de hace tiempo, y la excusa perfecta fueron los 15 años que la Fundación Menudos Corazones cumple en 2018, lo que merecía proporcionar un espacio como este.
Durante los dos días de convivencia, 19 padres y 5 niños realizaron diferentes actividades. Para hacerlo posible, contamos con la imprescindible ayuda de las voluntarias Gema y Beatriz, que acompañaron durante todo el sábado a los niños haciendo con ellos juegos y manualidades. ¡Gracias!
El objetivo de estos espacios es encontrar un momento para parar, compartir, valorar y continuar el día a día apostando por la vida. Y este encuentro cumplió con creces las expectativas.
Araceli y Belén, nuestras psicólogas de apoyo al duelo, prepararon actividades de distinto tipo. El sábado los padres comenzaron con el taller titulado Buscando juntos en el que, tras dos horas compartiendo, concluyeron que, cuando uno sale de sí mismo y se implica en ayudar a otros, se descubre aprendiendo nuevas formas de afrontar sus propias dificultades; al igual que cuando comparte con otros las propias, siendo capaz de escuchar la opinión de los demás, puede valerse de nuevas ideas que le ayuden a avanzar.
Tras la comida, a través de la plástica, participaron en un taller muy emotivo que representaba el camino recorrido estos años individualmente y de la mano, dándose cuenta de lo vivido, de lo sufrido, de lo avanzado… parando la mirada en hoy, con un camino labrado a base de esfuerzo y, buscando continuar siempre con una mirada: seguir junto a sus hijos y que su luz se refleje a través de cada uno de ellos.
Los niños por su lado, crearon manualidades, dieron un paseo y construyeron una preciosa piñata. Para concluir el día, vieron en familia la película de Coco, con palomitas, kleenex y momentos de ternura.
El domingo, disfrutaron de una caminata bajo la lluvia intermitente como invitada. Fue una mañana para respirar el aire puro de la Sierra de Guadarrama y conectar con la naturaleza. Un campo lleno de flores moradas les dejó la imagen perfecta de este fin de semana.