Melinda: «Sueño con formar una familia»
Poco tiempo después de comenzar sus clases de Enfermería, Melinda nos abre de par en par una ventana a su vida y a sus sueños. Con la energía y la calidez que desprende, esta joven canaria no solo nos cuenta de dónde viene, sino hasta dónde quiere llegar.
Si tuvieras que presentarte brevemente, ¿qué dirías sobre ti misma?
Tengo 18 años y acabo de empezar a estudiar Enfermería en la Universidad de Granada. Aunque nací en Las Palmas y he vivido toda mi vida en Canarias, me mudé a esta ciudad hace dos años. Si hay algo que me caracteriza es la alegría: soy una persona muy risueña, que por cualquier cosa me río (excepto en situaciones serias, claro) y me hace feliz sacar una sonrisa a la gente.
Estabas en plena adolescencia cuando te trasladaste del lugar donde habías pasado toda tu vida a una ciudad completamente nueva. ¿Cómo fue ese cambio?
Al principio, me gustó la idea; pero cuando llegó el momento de venirme a la Península… me costó muchísimo. Poco a poco, empiezas a conocer la ciudad, a su gente, y te adaptas. Yo soy una persona muy abierta y no me costó demasiado: creo que mi forma de ser, no encerrarme en mí misma, es lo que más me ha ayudado a afrontar el cambio.
Dirías que en Menudos Corazones has encontrado personas con las que merece la pena mantener el contacto a pesar del tiempo y de la distancia?
¡Desde luego! Estoy en la Fundación desde muy pequeñita; he ido prácticamente a todos los campamentos desde que tenía siete años; el último verano participé en el VI Encuentro de Jóvenes Caminando a Santiago… La verdad es que he encontrado buenas amistades y, a veces, algo más: personas que parecen de mi propia familia. De hecho, siempre he dicho que Menudos Corazones es como mi segunda casa, y siempre lo diré.
Un Camino increíble
“Presiento que no va a ser un viaje cualquiera, que voy a aprender muchas cosas y tener la oportunidad de sorprenderme a mí misma”. Esta era la corazonada de Melinda sobre el VI Encuentro de Jóvenes ‘Caminando a Santiago’: se unió a la aventura con muchas ganas y un poco de miedo a que le saliese alguna ampolla. Aunque a su vuelta nos contó que había descubierto músculos que no sabía que existían hasta que le empezaron a aparecer agujetas, describió la experiencia como: “Increíble, sobre todo por las personas tan adorables que me acompañaron y lo hicieron más ameno, a la vez que único”.
Seguro que también has tenido otros apoyos importantes a lo largo de este tiempo…
Sí. En primer lugar, mi familia: son quienes están conmigo día a día, viendo lo mejor y lo peor de mí. Además, mis amigos son un apoyo fundamental.
¿Te apetece hablarnos un poco sobre tu cardiopatía congénita?
Me falta el ventrículo derecho. He pasado por varias intervenciones: la primera creo que fue con seis meses y la última en 2011. Me parece que tenía tres años cuando mis padres conocieron la Fundación, durante uno de mis ingresos en el Hospital Ramón y Cajal en Madrid. A pesar de que he tenido que tratarme lejos de casa, mi agradecimiento al personal sanitario que lo ha hecho posible es total.
Según nos cuentas, Menudos Corazones ha tenido un papel importante para ti desde que eras niña. Y a día de hoy, ¿qué es lo que más valoras de nuestro Proyecto para Jóvenes?
Por ejemplo, las charlas en las jornadas o en las convivencias. La verdad es que ahora nos surgen más dudas relacionadas con la cardiopatía que no nos atrevemos a plantear a nuestro cardiólogo o a personas de nuestro entorno. En estos encuentros podemos preguntar a profesionales o hablar de ellas con otros jóvenes.
Normalmente, estamos deseando cumplir 18 años… y tú, Melinda, ¿tenías ganas de alcanzar la mayoría de edad?
Pues sí, yo creo que a casi todo el mundo le ocurre. Pero, una vez que los cumples, te paras a pensar y dices: en realidad, no ha cambiado nada. Es verdad que tienes que ser más responsable, muchas cosas pasan a estar en tu mano y ya no en la de tus padres… Empezar la universidad me hace sentir, de alguna manera, más adulta; pero yo sigo siendo la misma.
Y, mirando hacia delante, ¿qué sueño te gustaría que se hiciese realidad en un futuro no muy lejano?
Tengo dos grandes sueños. Me gustaría viajar todo lo posible: conocer mundo, descubrir nuevas culturas, gente de otros países… Y, aunque ahora pueda sonar algo precipitado, sueño con formar una familia.
Un lugar al que te gustaría viajar… Italia.
Cuando no ves la salida a un problema, te alivia… Pensar que no estoy sola.
Un consejo que no falla… Sé tú mismo.
Una palabra mágica… Solidaridad.
Si fueses un animal… Sería un ave que pudiese volar.
Llenarías el mundo de… Personas humildes.
Invierno, 2019