VRS y cardiopatías congénitas: el ‘otro virus’ del que cuidarse
Con el otoño, y en pleno repunte de covid-19, llegan las infecciones respiratorias estacionales como la bronquiolitis, la causa más frecuente de hospitalización en menores de 2 años en los países desarrollados.
Los bebés con cardiopatías congénitas significativas tienen mayor riesgo de padecer infecciones más severas de vías respiratorias inferiores, causadas por el virus respiratorio sincitial (VRS).
El VRS, responsable de la mayoría de las bronquiolitis, puede provocar complicaciones en la cardiopatía de base o agravar la infección respiratoria en los pacientes pediátricos con problemas de corazón.
Prevenir el contagio
En los meses fríos, de octubre a abril, el VRS se hace fuerte. Por ello, es necesario reforzar las medidas de prevención en peques con cardiopatías congénitas, y más aún en el contexto actual de coronavirus.
“Queremos insistir en la importancia del cumplimiento sistemático del calendario vacunal en todos los niños, así como la vacunación antigripal en pacientes mayores de seis meses con cardiopatías congénitas y en sus convivientes, y la realización de profilaxis ante el virus respiratorio sincitial en los pacientes menores de dos años en los que sea indicado por su cardiólogo pediátrico”, advertía a primeros de septiembre la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (SECPCC) en sus recomendaciones para la vuelta al colegio del alumnado con cardiopatía.
Su presidente, el cardiólogo pediatra Constancio Medrano, añade otras medidas a tener en cuenta para prevenir la infección por VRS, que se transmite al tocar objetos contaminados por el virus o de persona a persona: “Es importante evitar que los niños pequeños con cardiopatía tengan contacto con personas con síntomas catarrales; no exponerlos a actos familiares o sociales con mucha gente, sobre todo si son largos y transcurren en sitios cerrados; y que, salvo la familia más cercana, no reciban besos y caricias”.
“Son fundamentales, también, las medidas de higiene de los cuidadores, con un buen lavado de manos con agua y jabón o, si no es posible de esta manera, con soluciones hidroalcohólicas. En la actual situación de pandemia asociada al coronavirus, el resto de las medidas, como el uso de mascarillas en aquellas personas que se acercan a los niños pequeños, son también muy útiles”, explica el presidente de la SECPCC.
En cuanto a las cardiopatías que pueden tener más riesgo ante la bronquiolitis, el doctor Medrano puntualiza: “En este grupo se incluyen quienes tienen una cardiopatía hemodinámicamente significativa, congénita o adquirida; quienes necesitan medicación para controlar esa situación; quienes tienen hipertensión pulmonar; quienes están pendientes de ser operados, recién operados o en un perioperatorio muy cercano del que aún no se han recuperado; los niños con síndromes asociados (Down, 22q11…) u otras alteraciones genéticas importantes; y los pacientes trasplantados o que estén en lista de espera de trasplante”.
Y si, por temor a exponerse a la COVID-19, algunas familias están pensando en no acudir a los centros sanitarios para cumplir las pautas de vacunación e inmunoprofilaxis frente al VRS, el mensaje del presidente de la SECPCC es claro: “Los centros sanitarios son seguros y en ellos extremamos las medidas para prevenir el coronavirus”.
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