Oli, su cardiopatía grave y la sorprendente belleza de la vida
7 de septiembre de 2022: un día cualquiera, pero que cambió nuestras vidas por completo. Somos Alfonso y Eva, los papás de Oli, y queremos contaros cómo es para nosotros tener un bebé con estenosis aórtica pulmonar.
Un 7 de septiembre nos dijeron que nuestro hijo tenía una cardiopatía grave; nos hablaron hasta de intervención intrauterina.
Oli tiene un gemelo idéntico, Luca. Los embarazos gemelares son muy complicados, pero nosotros tuvimos la suerte de conocer a Silvia, mi pequeño rayo de luz. Durante mis 7 meses de embarazo, ella nos guió, nos acompañó y nos enseñó que tener un bebé con una cardiopatía puede ser tan duro como bonito.
Tras la primera operación, con 24 horas de vida y pesando 1.400 gramos, Oli se quedó con doble lesión: a la estenosis valvular aórtica, se le sumó una insuficiencia.
Poco a poco, va superando cada prueba. Pero los principios fueron duros, muy duros. Con una cirugía que implicó no poder cogerle durante días, solo podíamos tocarle a través de unos huecos de la incubadora, hablarle, contarle cuentos. Un bebé necesita calor de papá y mamá; y no se lo pudimos dar… Eso duele, duele mucho.
Cuando nació, le puse nuestra canción, una que dice: “Mira la vida, cómo vuelve y te sorprende”. ¡Y vaya si nos sorprendió! Oli ha sabido que lo bonito de la vida… lo bonito es VIVIRLA.
Tras la intervención, conocimos a quien me venía a buscar solo para darme un abrazo durante los dos meses y medio de ingreso en el Hospital 12 de octubre: ella era hogar cuando pasábamos tantas y tantas horas ahí dentro. Leticia no es una cardióloga cualquiera, es parte de nosotros, es seguridad y apoyo. Gracias eternas a los médicos que cuidan de nuestros hijos con el mismo amor incondicional con el que cuidan de sus propios hijos.
Durante esa larga hospitalización conocimos a muchas personas; también, a Menudos Corazones. La gente hablaba de ellos, contaban que estaban alojados en una casa por la zona gracias a esta organización. Así que nos pusimos a investigar y pudimos conocer lo BONITO que trabajan. Bien también, eso desde luego; pero trabajan desde el cariño, desde la bondad…
A nuestro niño le esperan años de vigilancia, de visitas al hospital… Pero nosotros y sus hermanos, Luca y Max, estaremos siempre a su lado para que nos sonría como hace siempre.