Lactancia y alimentación en niños con cardiopatías congénitas
Normalmente la dieta de un niño con una cardiopatía congénita es similar a la de otro niño sin esta patología, pero con algunas diferencias dependiendo de la edad, de la situación del tracto intestinal y del tipo de cardiopatía. La alimentación es de vital importancia para mantener una buena salud y, especialmente, para conseguir una temprana recuperación tras una intervención.
Con frecuencia, tu hijo puede tener dificultad para comer ya que el mayor gasto cardíaco y las dificultades respiratorias le provocan fatiga y disminuyen su apetito. Por lo tanto, la desnutrición es una posible complicación que se debe prevenir y tratar. Para ello, sigue las indicaciones de tu pediatra, que adaptará la alimentación a la edad y a la situación específica de salud del pequeño. Como regla general, es bueno crear un clima tranquilo y relajado para el niño a la hora de comer.
Lactancia
Como a cualquier otro bebé, los especialistas recomiendan la leche materna, pues es un alimento muy completo con beneficios inmunológicos. Si tu bebé se cansa mientras mama o tiene problemas para succionar, puedes extraerte la leche y dársela en un biberón. También puedes hacer lo mismo y congelar leche si te separan de tu hijo durante el tratamiento.
Si no pudieras darle de mamar no te sientas culpable por usar el biberón. A algunos bebés les resulta más fácil y la leche de fórmula no les perjudicará.
Alimentación por sonda
Cuando el niño no puede comer correctamente por la boca se le alimenta por vía enteral, es decir, a través de una sonda nasogástrica (por la nariz) o por gastrostomía (por el estómago). También se puede administrar la leche materna a través de la sonda.
Si el equipo médico decide alimentar a tu hijo por sonda, no te preocupes. Iniciarás el proceso en el hospital y allí te enseñarán la técnica y los cuidados necesarios.
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