‘Amaia nos demuestra cada día lo fuerte que es’
El 13 de abril de 2021 se cumplen 3 años de la operación de Amaia.
Recibimos el diagnóstico de su cardiopatía en el embarazo y desde Soria nos derivaron al Hospital 12 de Octubre en Madrid. Allí nos explicaron cómo era el corazón de nuestra guerrera: Amaia tiene una TGV (trasposición de grandes vasos) y la solución que nos propusieron entonces fue que se tendría que enfrentar a una operación, pero no se sabía cuándo.
El 23 de julio de 2017 nació Amaia. Pasó en la unidad de neonatos unas horas, pero estaba bien y tres días después nos fuimos a casa. Mensualmente, íbamos a Madrid a revisión, la cardiopatía seguía avanzando. A los 8 meses, llegó el día de enfrentarnos al gran temido momento: la intervención quirúrgica.
La situación era todavía más complicada teniendo que dejar a su hermano de 4 años en Soria, donde vivimos. Él seguiría su rutina, pero sin sus padres y sin su hermana; y no sabíamos durante cuánto tiempo estaríamos separados. Se quedó con su tía, a la que agradecemos enormemente todo lo que hizo por él.
Tras 10 largas horas de operación, llenas de incertidumbre, nos dijeron que había salido bien y que Amaia pasaría a la UCI. Las siguientes 48 horas eran cruciales, pero cuando solo habían pasado 12 sufrió una parada y todo se vino abajo.
Pasamos 31 días en la UCI, sin duda los más duros de nuestras vidas. Todavía recuerdo los pitidos de los respiradores sonando todos a la vez, formando una melodía muy desagradable. Las primeras dos semanas estuvo asistida por un equipo ECMO (un sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea que permite realizar la función respiratoria y limpiar la sangre, mientras que los pulmones permanecen menos activos).
La mejor noticia que podíamos escuchar era que estaba estable. La siguiente quincena, fue superando obstáculos; así que la subieron a planta, donde permaneció 15 días más.
Nos ha tocado luchar y esforzarnos mucho. Ahora Amaia tiene 3 años, va al cole y se ha adaptado muy bien, poco a poco sigue consiguiendo retos y logros ¡y nos demuestra cada día lo fuerte que es! Sabemos que es una batalla que nos acompañará para siempre, pero la vida les da las peores batallas a los mejores guerreros.
Gracias a abuelos y abuelas, tíos, tías, primos y primas… por vuestro apoyo en momentos tan duros. Al hermano de Amaia, Aitor, que no se da cuenta del gran papel que ejerce, pero es su gran estimulador y la ama con locura. A nuestros amigos y amigas por esos mensajes de ánimo; a cada profesional que peleó con Amaia.
Y gracias a Menudos Corazones, por ayudarnos a superar ese tiempo tan difícil, acompañarnos mientras estábamos en el hospital y apoyarnos con su programa de alojamiento gratuito. ¡Y por darnos la oportunidad de compartir nuestra historia!
Cristina
Marzo de 2021
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