Antonio Manuel y Marina: dos hermanos de corazón muy especial
Todo empezó cuando nació mi primer hijo: Antonio Manuel. Enseguida, noté su respiración agitada. Apenas comía, se cansaba bastante… Hasta que a los tres meses nos dijeron que tenía un soplo.
Somos de Almería, así que inmediatamente nos derivaron a quien es hoy nuestro ángel de la guarda: la cardióloga María Ángeles Ortega. Ella, al ver al niño, nos mandó a Málaga. Diagnóstico: una comunicación interventricular (y grande). Habría que operarlo.
Primero querían esperar a que cogiese peso; pero no lo hacía. Ante mi desesperación por la lentitud con la que todo transcurría, me recomendaron acudir a Madrid, a la consulta del doctor Fernando Villagrá, a quien estaré eternamente agradecida. En cuanto reconoció a Antonio Manuel, preparó todo y el 24 de agosto de 2005 le intervinieron en el Hospital Ramón y Cajal.
Allí pasé alrededor de un mes y en este tiempo tuve la gran suerte de conocer a la Fundación Menudos Corazones, que me ayudó y me brindó alojamiento mientras duró todo ese mal sueño. Volvimos a casa con mi hijo sano y fuerte como nunca. ¡Tuvo una recuperación espectacular!
Cuando cumplió 8 meses y, sin esperarlo, volví a quedarme embarazada. Me hicieron montones de ecografías intentando comprobar si había algún problema, pero no vieron nada fuera de lo normal: venía de camino Marina, una niña sana… Aparentemente.
El día siguiente a su nacimiento fue, quizá, uno de los peores de mi vida. Estábamos a punto de irnos a casa cuando la pediatra notó algo raro. Subimos a hacerle una ecografía y ¡“bum”! La historia volvía a repetirse, pero aún peor: Marina tenía tetralogía de Fallot y debían valorarla urgentemente en Málaga.
Esa noche me vine a casa con mis manos vacías y mi corazón roto. No podía creerme que, un año después, me encontrara en la misma situación. Yo, sin dudarlo, volví a llamar al doctor Villagrá; y él, sin dudarlo, nos dijo que le llevásemos a la niña.
En agosto de 2006 nos volvimos a encontrar en el mismo sitio y con un pronóstico algo más complicado. Marina, a diferencia de su hermano, comía bastante bien. Volvimos a Almería, y estábamos siempre pendientes de ella; hasta que el 2 de octubre de ese año la operaron. Y no fue nada fácil…
Después de la intervención, hubo millones de complicaciones, horas y horas interminables de angustia, porque todo jugaba en contra de ella; de hecho, los médicos nos prepararon para lo peor… Pero luchó y luchó como una campeona y decidió que no era su momento de irse.
Después de 11 días en UCI, empezamos a ver la luz. La recuperación de Marina fue más lenta que la de Antonio Manuel, al que no pude ver durante los casi dos meses que permanecimos allí. En esa ocasión, nos quedamos en el piso de unos amigos de mis padres, que lo acondicionaron expresamente para nosotros. ¡Mil gracias, Fina y Antonio!
Lo recuerdo todo como si lo estuviese viviendo ahora mismo. Fueron un par de años muy duros y yo era muy joven. Mi marido fue mi gran bastón en ese momento, su entereza me ayudó a sobrellevar la angustia, la soledad de esos días y lo que luego te llevas contigo cuando sales del hospital.
Esta experiencia fue, sin duda, la lección más grande de nuestras vidas. Ellos se convirtieron en mi prioridad, hasta el día de hoy.
Antonio tiene 15 años. Es un gran niño, fuerte, deportista y apasionado del fútbol. Marina tiene 14 y, aunque su pasión no es precisamente el deporte, lleva una vida completamente normal, sin ninguna medicación; aunque habrá que hacerle una cirugía de corrección para ponerle la válvula pulmonar que le quitaron… Pero eso es otro capítulo que se escribirá más adelante.
Vivimos el presente, con esperanza e ilusión. Lo que tenga que ser será. De momento, puedo decir que soy muy afortunada, pues me tocó dos veces la lotería ¡y el Gordo!
No quiero despedirme sin dar de nuevo las gracias a Menudos Corazones, que tanto nos ayudó. Y, cómo no, expresar nuestro eterno agradecimiento a Fernando, que me devolvió a mis hijos como me prometió; y a María Ángeles, que sigue velando por ellos.
Gracias a todos, de corazón.
Narcisa
Otoño-Invierno de 2021
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