Ismael, un ‘milagro’ ante los ojos
Somos Paco y Vanessa, los papás de Ismael, un niño de 6 años con una cardiopatía llamada Cor Triatriatum. Un niño que se aferró a la vida sin soltarla, demostrando las ganas que tenía de vivirla.
El embarazo de Vanessa fue normal y en ningún momento se detectó nada anómalo en el feto. Al nacer Ismael, todo estuvo bien y nosotros estábamos muy felices de tener a nuestro bebé en casa y formar una familia.
Pero a las 5 semanas de su nacimiento, todo cambió. Ismael empezó a tener una tonalidad de piel amarillenta y sus ojos también se tiñeron de ese color. Con estos síntomas y una mala noche de llorar de manera incansable, decidimos acudir al pediatra, el cual nos derivó a urgencias. Allí le hicieron análisis de orina y sangre que determinaron que había una infección. Todo indicaba un ingreso de unos días con antibióticos…
Sin embargo, al pasar las horas, el estado de Ismael fue empeorando, lo que conllevó a trasladarle a la UCI de manera urgente. No pararon de hacerle todo tipo de pruebas para averiguar de dónde procedía su deterioro hasta que, finalmente, miraron su corazón y descubrieron que éste era el causante de su estado tan grave.
Cuando los médicos lo supieron, decidieron operarle de manera urgente. Era la peor noticia que nos podían dar, ya que su estado no era el más favorable para entrar en quirófano. Tuvieron que llamar de urgencia al Dr. Ramon Pérez Caballero, a quien nunca dejaremos de agradecer su pronta actuación; y a la Dra. Ana Pita, que también estuvo presente en la intervención.
Pero para sorpresa de los médicos, una vez en quirófano, encontraron una cardiopatía diferente a la que creían, porque la suya es una anomalía muy difícil de detectar: Cor Triatriatum.
Por suerte, después de una larga espera, nos dieron la feliz noticia de que todo había salido bien. Las siguientes 72 horas eran de vital importancia, ya que si todo trascurría con normalidad tendría que pasar nuevamente por quirófano para el cierre del tórax.
Así fue y, después de varios días en la UCI, le subieron a planta. El pobre estaba tan débil que no tenía fuerzas ni para amamantarse y Vanessa, con mucha dedicación y cariño y para que no le volvieran a sondar, le daba de comer con una jeringuilla. Dando gracias a que, con mucho esfuerzo y sacrificio, lograron mantener la lactancia materna para poder ayudarle a aumentar sus defensas y que tuviera una mejor recuperación.
A fecha de hoy, Ismael tiene 6 años y está estupendamente. Acude a sus revisiones anuales en el Hospital Gregorio Marañón infantil, donde también nació y le operaron. Así que aquí tenemos a un niño maravilloso, lleno de energía y alegría. Y denominado de milagro, como nos lo hizo saber la Dra. Manuela Camino: nos preguntó si creíamos en los milagros, porque teníamos uno delante de nuestros ojos.
Estaremos eternamente agradecidos a todo el equipo médico por salvar la vida de nuestro hijo. Y a todos nuestros familiares y amigos por darnos cariño y ánimo en esos momentos que tanto lo necesitábamos. Y, por supuesto, a Menudos Corazones, por la gran labor que hacen de ayudar, escuchar, animar… a todas las familias que pasamos por estos malos momentos. ¡Gracias!