Cómo cuidar tu corazón con… las emociones
- Año de publicación: 2019
Para finalizar la Semana Mundial del Corazón 2019, María Pando, responsable del área psicológica de Menudos Corazones, reflexiona sobre la importancia de mantener una buena salud emocional para así cuidar también nuestro corazón.
- Cuando se habla de proteger el corazón, se suele incidir en consejos de alimentación o relacionados con la práctica deportiva. ¿Cuán importante es la salud emocional para cuidar también de él?
Cuidar tu bienestar emocional es básico para mantener una buena salud cardiaca. Las emociones, tanto positivas como negativas, como la tristeza, el enfado o el exceso de euforia, vividas a un nivel intenso, pueden desestabilizar nuestro corazón. Por ello, es importante aprender a manejar nuestras emociones para alcanzar un equilibrio entre nuestra salud física y nuestra salud emocional.
- ¿Qué pautas sencillas podrían aplicar las personas adultas en su día a día para mejorar su equilibrio psicológico, y por tanto, su corazón?
Actualmente todo el mundo sabe qué pautas debe llevar a cabo para mantener su salud física en buen estado, pero existe mucho desconocimiento sobre el cuidado emocional. La mayoría de las personas desconoce que al experimentar situaciones intensas, por ejemplo, episodios de ira o ansiedad, se produce un aumento de su frecuencia cardiaca y su presión arterial, resultando una combinación muy perjudicial para su corazón.
En vista de que la ansiedad y el estrés crónico son dos variables que tienen una gran incidencia en la salud cardiaca, es importante aprender a gestionarlas correctamente. En otras palabras, se trata de conocer y aplicar las mejores estrategias para liberar la tensión emocional. Eso ayudará a disminuir los riesgos de sufrir las molestias derivadas de problemas de corazón.
Así, es importante que, en la medida de lo posible, evitemos situaciones que nos alteren. Si no tenemos más remedio que hacerlas frente, lo mejor es afrontarlas con serenidad y naturalidad, tratando de relativizar el momento: tengamos en cuenta que este también pasará.
Es importante tener una actitud positiva ante los problemas y poner en práctica técnicas de relajación. Muchas de ellas pueden ser muy sencillas, pero sumamente útiles en el día a día. Estas técnicas nos ayudarán a focalizar nuestra atención y restarle importancia a aquello que nos produce malestar e incomodidad.
- Niñas, niños y jóvenes con cardiopatías congénitas pueden ver alterado su bienestar emocional cuando su salud se resiente o cuando tienen que someterse a operaciones. ¿Qué recomendaciones generales darías en estas circunstancias?
Para este tipo de situaciones en las que el menor va a ser intervenido, o acude al hospital a una revisión o prueba, las llamadas ‘estrategias de afrontamiento’, como aprender a realizar respiraciones profundas, autoinstrucciones (como «todo va a salir bien») o centrar la mente en pensamientos agradables en los que se visualizan escenas especialmente gratas, resultan muy eficaces para niños y niñas.
El empleo de esta técnica tiene beneficios significativos en la disminución del estrés quirúrgico, lo que se traduce en menor frecuencia cardiaca y tensión arterial. Además, mejora el despertar anestésico; facilita la recuperación postoperatoria; reduce la estancia en el hospital e incluso disminuye la necesidad de analgésicos, repercutiendo por tanto en su propio bienestar emocional.
En estos casos, el papel de padres y madres es fundamental, también para que los menores y jóvenes con cardiopatía afronten del mejor modo posible una intervención, una revisión o una visita al hospital.
Existe una forma de comunicación encubierta, no verbal, entre padres o madres y sus hijos e hijas que «contagia emocionalmente» los miedos y la ansiedad, pero que también puede transmitirles seguridad y confianza. Si los padres logran adaptarse eficazmente, influirán favorablemente sobre el bienestar emocional del niño y la niña. Por el contrario, si se muestran ansiosos o preocupados, contribuirán a aumentar sus niveles de ansiedad y malestar.
- En Menudos Corazones hemos editado el folleto Cuidarte para cuidar, con propuestas concretas para las personas cuidadoras que conviven con la realidad de las cardiopatías congénitas. Si solo pudieras elegir una de estas propuestas, ¿cuál sería y por qué?
Todas las estrategias que se ofrecen en este recurso me parecen necesarias, pero si tuviese que quedarme con una, sería: “Comparte tus sentimientos siempre que lo necesites”. Cuando asumimos el rol de cuidador o cuidadora, dicha responsabilidad lleva implícita momentos de sobrecarga emocional (mal humor, susceptibilidad, enfado, tristeza, soledad…). Aunque son emociones aceptables, en ocasiones se acompañan de la culpa por haber permitido que nos invadan. Expresarlas y exteriorizarlas no es fácil, quizás por el miedo a ser juzgados o a no sentirnos comprendidos por los demás. El hecho de identificar las emociones, ponerles nombre, asumirlas… nos permitirá compartirlas más fácilmente, convirtiéndose en herramienta útil para favorecer nuestro alivio y bienestar.
Al expresar tus emociones, serás más consciente de ellas, podrás ponerlas en orden, analizarlas de manera más efectiva, sentirte comprendido, encontrar apoyo y ayuda, obtener otro punto de vista o una opinión externa. Potenciar la comunicación con las personas más cercanas, compartir con ellas tus emociones y pensamientos, creará un nuevo vínculo, más fuerte, entre vosotros.
Como conclusión, puedes empezar justo ahora a cuidar tu salud emocional: seguro que te encuentras mucho mejor y tu corazón te lo agradece.