En la UCI pediátrica
Una vez haya terminado la intervención cardíaca el niño o la niña es trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCI). En la UCI, se le conectará a diferentes aparatos y se le hará una prueba de rayos X del tórax. Después de esto, te dejarán que lo veas.
Probablemente estará dormido porque a los niños se les mantiene muy sedados durante las primeras 24 horas. Durante el período postoperatorio, habrá un profesional de enfermería y un médico cuidando de tu hijo. La enfermera estará revisando todo al menos cada quince minutos. En algunos momentos verás que animan a tu hijo a toser succionando el tubo colocado en su tráquea, en las fosas nasales y en la boca. Esto se hace para prevenir la retención de secreciones en los pulmones y las infecciones torácicas. También se le administrará fisioterapia torácica regularmente.
La atención médica continuará durante la noche. Te aconsejarán que vayas a casa a dormir porque el día habrá sido mentalmente agotador. Si por cualquier motivo los médicos están preocupados o existe algo que debas saber, te lo dirán. Si, por el contrario, te despiertas durante la noche y quieres saber cómo está, puedes llamar por teléfono al número interior de la UCI. Esta información telefónica la puedes obtener a cualquier hora del día.
A la mañana siguiente, tras diversas pruebas, que incluyen análisis de sangre y radiografías, posiblemente se le retirarán los tubos de drenaje colocados en el tórax y el resto de tubos/sondas. Asimismo se le desconectará del respirador, si es que ha sido necesario, y una vez que respire de forma autónoma se le retirará el tubo de la tráquea. Entonces empezará a tomar líquidos en pequeñas dosis y más tarde una dieta ligera.
Sin embargo, la velocidad de evolución varía de unos niños a otros según la severidad del defecto cardiaco y la clase de operación llevada a cabo. Por tanto la retirada de tubos o sondas puede llevar hasta una semana o incluso más tiempo, así que no te preocupes si tu hijo parece que tarda más que otros.
Cuando empiece a tomar líquidos, habrá que limitarle la cantidad durante al menos las primeras 48 horas porque, si toma demasiado, los riñones podrían tener dificultades para funcionar. Por consiguiente, te pedirán que midas todo el líquido que tome.
Cómo funciona la UCI
Si fuera necesario conectar a tu hijo al respirador artificial (cosa bastante frecuente después de una cirugía extracorpórea), se le colocará un tubo en la nariz o en la boca que llegará hasta la tráquea. Este tubo permitirá la entrada y salida de oxígeno y aire desde el respirador hasta los pulmones, y viceversa. Si tu hijo consigue respirar de forma autónoma, se le colocará una máscara de oxígeno o, si es pequeño, una especie de casco en la cabeza. Se añadirá humedad al oxígeno para mantener las secreciones bronquiales y pulmonares más fluidas y para que le resulte más fácil toser.
El niño tendrá una sonda que irá desde la nariz hasta el estómago para drenar esas secreciones al exterior y evitar que se sienta indispuesto. Al menos durante las primeras veinticuatro horas, quizás se le coloque un gotero en una vena lateral del cuello con el fin de alimentarlo con líquidos. También es probable que le entablillen los brazos para que no los mueva.
Tendrá además otras vías conectadas a las venas y a una arteria para transfundir sangre u otras substancias, medir la presión arterial y aplicar medicinas en caso de que sea necesario. La vía arterial está ahí para cumplir dos objetivos:
- Extraer sangre para realizar los análisis y comprobar que el sistema orgánico funciona correctamente. El tubo evita que se tenga que pinchar al niño con mucha frecuencia.
- Medir de forma constante la presión arterial. Así se evita al niño la molestia de tener que ponerle el manguito alrededor del brazo o de la pierna cada vez que se le toma la tensión. La tensión se observa en un monitor junto con otros parámetros que se miden mediante electrodos.
La cicatriz resultante de la operación quedará en la mitad del tórax o bajo el brazo. De regreso a la habitación, se le cubrirá la herida y de su tórax saldrán uno o dos tubos para drenar al exterior cualquier líquido que hubiese quedado en la cavidad torácica o alrededor del corazón. Se mide esa cantidad y se reemplaza con igual cantidad de sangre u otro líquido.
En niños sometidos a cirugía cardiaca extracorpórea, hay además dos alambres que salen desde el tórax, y que normalmente están enrollados y pegados al mismo en pequeños paquetes sin usar. Se colocan generalmente al final de la operación por si acaso el corazón se ve afectado temporalmente debido a la intervención y es necesario el marcapasos.
Finalmente, también a estos pacientes se les coloca una sonda que libera la orina desde la vejiga al exterior. Otra máquina que quizá puedas ver en la UCI es la portátil de rayos X, con la que se realizan las radiografías mientras el niño reposa en la cama boca arriba.
La primera vez que veas la UCI es probable que no recuerdes todas estas cosas, pero no dudes en preguntar. Si tu hijo es lo suficientemente mayor y quiere visitar la UCI, puede hacerlo pero no hay que forzarle. Cuéntale que estará en una sala especial donde habrá muchas máquinas para ayudarle incluso a respirar; que no podrá hablar, pero oirá hablar a la gente y que podrá pronunciar algunas palabras y los profesionales de enfermería le entenderán.
Otra cosa que deberá saber es que el primer día no podrá beber nada. Sentirá la boca muy seca y el personal de enfermería se la humedecerá con un algodón estéril empapado en agua, para que se sienta mejor.
En planta
Una vez que hayan retirado la mayoría de los tubos, el niño será llevado desde la UCI a planta, donde quizá pueda sentarse fuera de la cama o incluso caminar un poco. Gradualmente volverá a su actividad normal pero observarás que estará cansado y quizá bastante irritable y desganado. Esta es una reacción normal -comúnmente conocida como depresión postoperatoria- y deberás animarle a descansar lo más posible para que poco a poco vuelva a su estado normal.
Algunos días después probablemente se le retirarán los cables del marcapasos y los puntos del drenaje. Si todo ha ido según lo planeado tu hijo será enviado a casa probablemente en siete o diez días después de la operación, pero no es raro que algunos tengan que quedarse tres o cuatro semanas. Es muy difícil garantizar la fecha real de alta así que es mejor esperar a ver cómo evoluciona.
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