La pulsioximetría, una prueba sencilla para mejorar el diagnóstico neonatal
- Año de publicación: 2018
- Autoría: Adriana Planas
Cada vez más centros sanitarios realizan por protocolo esta prueba, que puede contribuir a reducir el número de cardiopatías indetectables por ecografías y exploración física. Las sociedades científicas españolas de Cardiología Pediátrica y de Neonatología trabajan para unificar criterios e impulsar su inclusión como método universal de cribado en España.
Cerca de un 20% de las cardiopatías congénitas pueden no ser detectadas por la ecografía fetal y la exploración clínica del bebé. Por ello, el cribado de patologías cardiacas mediante pulsioximetría en recién nacidos busca mejorar este diagnóstico, “apoyando a que ese 20% se reduzca mucho”, en palabras del neonatólogo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Alejandro Pérez Muñuzuri.
Con esta prueba se mide la oxigenación del niño entre las 6 y las 24 horas de nacido mediante un pulsioxímetro, un sensor en forma de pinza que mide la frecuencia cardiaca y el oxígeno en la sangre. En el caso de los recién nacidos, se coloca en la mano derecha o en uno de los pies, fijándolo con un esparadrapo.
La diferencia en la oxigenación de la sangre entre las extremidades o una oxigenación deficiente levantaría sospechas sobre una enfermedad grave del corazón en el bebé.
La pulsioximetría cumple, según el consenso médico, las características necesarias para considerarse como una buena medida de cribado: es sencilla, indolora, con una buena relación coste-efecto y fácil de aplicar. Además, arroja un bajo porcentaje de falsos positivos.
Para la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (SECPCC), se trata de un método “excelente” para detectar cardiopatías congénitas críticas, “que cursen con hipoxemia en el periodo neonatal, con una moderada sensibilidad y alta especificidad”.
Mayor posibilidad de diagnóstico
Rebeca Garrote Molpeceres y Asunción Pino Vázquez, pediatras de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, relatan que en este centro el cribado mediante pulsioximetría se estableció en 2013.
Desde entonces, se han diagnosticado varias cardiopatías que habían pasado desapercibidas durante el embarazo y que podrían haber escapado a la exploración física rutinaria del bebé en sus primeras horas de vida. Gracias a esta detección precoz, fue posible derivar de forma rápida a los recién nacidos a un centro especializado en cirugía cardiaca infantil.
El doctor Pérez señala que, al practicar esta prueba en las primeras 24 horas, unos 6 bebés de cada 1.000 nacimientos serán sometidos a exploraciones complementarias.
Si el cribado es positivo, la SECPCC recomienda la “valoración clínica urgente, idealmente por un neonatólogo”, como detalla en una carta remitida a la revista Anales de Pediatría, órgano de expresión científica de la Asociación Española de Pediatría. Excluidas las causas extra cardiacas, el bebé “requerirá la evaluación de por un cardiólogo infantil” y, probablemente, será necesario practicarle una ecocardiografía.
De rutina
Los médicos consultados coinciden en la necesidad de que el cribado se implemente en España de forma universal, pues “está demostrado que salva vidas y optimiza el pronóstico del paciente a largo plazo, al reducir las secuelas que presentaría si es diagnosticado de forma tardía”, señalan las doctoras Garrote y Pino.
Algunas familias de niños con cardiopatías congénitas se han movilizado para promover el cribado temprano de las patologías congénitas del corazón y aspiran a que esta prueba se realice de forma rutinaria en todos los hospitales. En respuesta a esta inquietud, los especialistas entrevistados recuerdan que la Sociedad Española de Neonatología está impulsando su implementación y cada vez más hospitales lo incorporan a su práctica clínica.
Sin embargo, señalan que en aquellos centros con un mayor número de partos podrían presentarse más dificultades, debido al déficit de personal para la práctica del cribado en relación con el número de pacientes.
En esta línea, la SECPCC incide en la importancia de “asegurar la viabilidad” de la pulsioximetría en España, garantizando el acceso “equitativo y universal” a todos los recién nacidos.
Hacia su estandarización
Cada vez son más los centros sanitarios que se suman a la iniciativa del cribado neonatal de cardiopatías congénitas. Por ello, desde la comisión de estándares de la Sociedad Española de Neonatología buscan aunar apreciaciones, hacer una revisión de las diferentes experiencias, tanto españolas como internacionales y, finalmente, establecer un protocolo a nivel nacional.
“Estamos intentado unificar criterios, hacerlo todos de una manera reglada, buscando mejorar el diagnóstico de nuestros bebés”, manifiesta el doctor Pérez.
“Es cuestión de tiempo que se pueda implementar a nivel nacional, aunque se requieren recursos sanitarios y una legislación que regule el proceso. En España contamos con pediatras muy bien formados, capaces de reconocer signos y síntomas sugerentes de patologías cardiacas en la exploración rutinaria neonatal”, indican las doctoras Garrote y Pino.
Por su parte, la SECPCC, a través de su grupo de trabajo de cardiología clínica, “valora su inclusión como método de cribado universal”, pero cree conveniente coordinar, entre neonatólogos y cardiólogos pediátricos, las recomendaciones a seguir después de la evaluación clínica de un recién nacido, “incluyendo el manejo durante el traslado posterior, si fuera necesario”.
¿Qué detecta y qué no?
La Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas recuerda que con la pulsioximetría “no todas las cardiopatías congénitas
serán igualmente detectables” e incide en que “la exploración física es una práctica insustituible en el periodo neonatal inmediato”.
En este sentido, las cardiopatías que no pueden ser detectadas con el cribado porque habitualmente no cursan hipoxemia (déficit de oxígeno en
sangre) son:
- Coartación de aorta no ductus dependiente
- Enfermedad de Ebstein sin cortocircuito
- Estenosis valvular aórtica no ductus dependiente
- Cardiopatías con cortocircuito izquierda-derecha
En cambio, las que podrían detectarte fácilmente con la pulsioximetría son:
- Transposición de grandes arterias
- Truncus arteriosus
- Drenaje venoso pulmonar anómalo total
- Atresia tricúspide
- Atresia pulmonar
- Tetralogía de Fallot grave
- Síndrome del corazón izquierdo hipoplásico