Cuando fallece el hijo o la hija de un familiar o de un amigo, la manera en que actúas, acompañas, le hablas, piensas en voz alta, sientes… es esencial para aportarle tranquilidad y hacer que se sienta mejor o, por el contrario, puede transmitirle estrés y hacer que se sienta peor
Lo primero para acompañar a un familiar o a un amigo que ha perdido a un hijo es saber cómo están siendo para esa persona esos primeros momentos tras el fallecimiento: se encuentra en shock, ha vivido un durísimo golpe y, probablemente, todavía no se crea la magnitud de lo ocurrido, pero tiene capacidad para sentir lo que sucede a su alrededor y para elegir.
Agradece tu presencia cercana, por eso es importante entender que, el modo en que acompañes puede ser fuente de alivio y apoyo, pero también fuente de estrés. Sabemos que quieres ayudarle, por eso, si tienes dudas de cómo hacerlo, te ofrecemos algunas ideas.
10 ideas para acompañar
Le reconforta y consuela ver que los demás han apreciado y querido a su hijo, y este cariño lo percibe a través de tu presencia en los actos que se organizan de despedida o de recuerdo. Y, si ha elegido estar solo o no celebrar actos, puede percibir tu presencia por otros medios, como un mensaje. Aunque pueda parecer que está ausente, aprecia la compañía de las personas que ama.
Si bien es cierto que le agrada el apoyo de los demás, también necesita momentos de intimidad y de silencio. Por otro lado, como tú has querido a su hijo, necesitarás tu espacio. Por eso, si te hace falta distraerte o evadirte, busca el lugar adecuado para dar salida a tu dolor.
Pregúntale siempre qué necesita de ti. Respeta sus preferencias y decisiones. Imponerle las cosas o pensar por él o por ella puede hacerle daño. Pregúntale qué quiere hacer y cómo quiere hacerlo. En los trámites, en su organización de casa, no tomes decisiones sin consultarle. Ofrécele opciones y que elija.
El contacto físico, un abrazo, sentir por un momento que alguien le “sostiene” será muy reconfortante.
Cuando las palabras se muestran insuficientes, lo importante es percibir el apoyo. Por eso, cuando no se tiene nada que decir, es preferible el silencio.
No es fácil sentir tanto dolor en tu familiar o en tu amigo. Por eso, a menudo se cae en el error de decir muchas frases hechas que hacen daño, y es mejor evitarlas, frases como estas: ha sido mejor así, es cuestión de tiempo, anímate, no llores, debes ser fuerte, tienes más hijos…
Sentirá tu apoyo si le dices: cuánto lo siento, te quiero, sé que nada de lo que te diga te va a ayudar pero me gustaría hacerlo, no sé qué decirte…
Llorar es una de las reacciones más naturales frente a una situación tan devastadora. Y, sin embargo, en ocasiones, no se sabe muy bien cómo reaccionar ante las lágrimas. Evitando que llore no le libras del dolor, todo lo contrario. El llanto es necesario.
Igual que habrá momentos en los que necesitará silencio, también los habrá en los que precise hablar. Al igual que el llanto, hablar desahoga. La muerte es un tema tabú, y quien vive la pérdida puede sentirse aislado si evitamos hablar de su hijo, de la muerte de su hijo y de cómo se siente.
Con frecuencia ocurre que evitamos hablar de la persona fallecida para proteger del dolor a su ser querido. Sin embargo, necesita recordarlo y notar que la gente le recuerda, y por eso agradecerá que, aunque le cause llanto, no dejes de hablar de su hijo en esos días y en los que siguen.
Una forma fácil de acercarte es a través de una llamada, un mensaje al móvil o al correo electrónico. Días después, le será de ayuda recordar llamadas y releer todo lo que haya recibido, pues se dará cuenta de tantos detalles y gestos de cariño que le han dado.
Si le ayuda que estés en los primeros momentos, en los siguientes días, meses… será igual de importante que sigas a su lado, que no desaparezcas, que le eches una mano con las cosas prácticas, que le des un abrazo, que le aportes tranquilidad, que lloréis, que habléis…
Quiero conocer cómo se siente mi familiar o amigo
Puedes hacerlo a través de nuestras guías de duelo, elaboradas con los testimonios y las experiencias de un grupo de padres que perdieron a sus hijos y que nos acercan las sensaciones y sentimientos que vivieron
Para orientarme, me gustaría hablar con una psicóloga experta en duelo
Siempre que necesites un apoyo, contacta con una de nuestras psicólogas especialistas en duelo enviando un mensaje o haciendo una llamada al 660 034 257 o al 91 373 67 46. Su misión es acompañarte en este difícil camino.